Tuesday, October 18, 2011

4.Ni siquiera se había dignado a compartir conmigo el contenido de ese paquete. Hasta ese punto había llegado nuestra relación a enfriarse.Un día hace tres semanas vino cargado con él y sin mediar palabra lo colocó debajo de nuestra cama y me hizo jurar que jamás lo abriría. Desde entonces formaba parte de la decoración de nuestro dormitorio, ¿o debería decir ‘su’ dormitorio?. “Este paquete es nuestro pasaporte para la nueva vida que siempre soñamos” dijo. En aquel momento, alguien llamó a la puerta, ¿Quién coño sería a estas horas?