Tuesday, October 25, 2011

Rosa Montero-- 9. No puede ser, pensé con angustia: ha vuelto a recaer. Recordé los antipsicóticos que compré en la farmacia y que olvidé sobre la mesa: ¿cuánto tiempo llevaría Fred sin medicarse? Cuando estaba mal, siempre engañaba. Hubo otras crisis, antes. Predicó el fin del mundo y creyó enfrentarse a una vasta conjura. Pero en todas las alucinaciones había una llave: era el objeto mágico que abría la puerta de sus delirios. Y, sin embargo, me dije esperanzada, esta vez quizá fuera otra cosa. Esta vez había algo real: la presencia de Molina. Miré la foto: ese edificio del fondo, ¿no era el psiquiátrico?