Monday, November 21, 2011

20

Mónica García Picos 20. ¿”Fred y Molina no existen ?”. Envuelta en la luz mortecina de lo que parecía una morgue el continuo murmuro del calvo no cesaba. Estaba tendida sobre una fría mesa de acero .“¿Qué tratamiento?”, musité “El que comenzaste en Conxo hace dos años. No has salido desde entonces. “ Yo, atónita. “Eres el experimento, por tanto el paraíso”, sonrió. Las llaves estaban aún conmigo. “Y entonces, ¿qué es esto?”, pregunté con prueba en mano. Detrás del calvo oviforme se veían tres puertas de acero con sus cerrojos. “Yo tengo la tercera, ”carraspeó. Hacía mucho frío allí dentro. “Criónica”, dijo y salió.